little chicks, little lives

Hemos seguido continuando dando la vuelta a los huevos dos veces al día y controlando la temperatura y la humedad y parece que los huevos han progresado mucho.  Hoy, usando solamente un móvil y estando completamente a oscuras, hemos sido capaces de ver el interior de los huevos de nuestra segunda tanda a una semana más o menos de su esperada eclosión. ¡Hay un montón de embriones! En el interior de varios huevos hemos visto como una especie judía curvada, en una de los extremos de la judía se veía algo puntiagudo al lado de un punto negro; lo que creemos que debe ser la cabeza y el resto tenía forma de cola. Creemos también que hemos visto las extremidades, pero era muy difícil estar seguros.  Esto significa que estamos logrando nuestro objetivo y que los pollitos se están formando . Ha sido asombroso poder ver el embrión de un huevo de un futuro pollito y saber que, si todo va bien, nuestro primer pollito Turroncito no estará solo. ¡Esperemos que  eclosionen muchos !

Ya que la primera tanda de huevos está terminada nos disponemos a encontrar los huevos para la segunda. Con la ayuda de varios profesores (Alonso, Pilar González y María) hemos conseguido trece huevos para cada sección (en total 26 huevos) . Pero no sólo tenemos huevos comunes, como los marrones y blancos que todos conocemos, también tenemos huevos de gallina americana y arauncana . Los huevos de gallina americana son mucho más pequeños y alargados que los normales y los de araucana son de tamaño estándar pero su color es azulado. Marcamos los huevos con las letras N y D en cada lado, como en la primera tanda para que cuando les demos la vuelta sepamos qué lado tenemos que poner hacia arriba. Después empezamos a ponerlos en la incubadora, pero esta vez decidimos que en lugar de ponerlos en todas partes, los pondremos sólo en los lados de la incubadora. Ya que nos dimos cuenta que en la primera tanda, los huevos que estaban en el centro no se habían formado. Estaremos muy pendientes de...

Nos fuimos de vacaciones de Semana Santa y por supuesto, no podíamos dejar la incubadora en el colegio. Así que decidimos organizarnos para que las incubadoras pasaran por varias casas.  Teníamos una fecha marcada en nuestro calendario: el 4 de Abril . Ese era el día que, si lo habíamos hecho bien, nuestros huevos eclosionarían. Los tres días anteriores al día de eclosión, no volteamos los huevos ya que los pollitos pueden morir puesto que deberían estar colocados para abrir el cascarón. Algunos mueren al no ser lo suficientemente fuertes. El 4 de Abril era el Domingo de Resurrección y una de nuestras compañeras, al final del día, miró la incubadora por casualidad y allí estaba: un pollito marrón claro, acurrucado en una esquina de la incubadora pero que se movía con soltura y parecía espabilado.  En dos días volvimos al colegio después de las vacaciones de Semana Santa y todo el mundo alucinaba. Habíamos conseguido que un pollito eclosionara en nuestra incubadora hecha por ...

Ya con las incubadoras en marcha y los parámetros óptimos, teníamos que hacernos de los huevos que íbamos a incubar. Gracias a "Comercial Blanco" una tienda de animales de Villafranca, conseguimos dos docenas de huevos y otra docena más de un conocido nuestro. Se lo agradecemos muchísimo ya que no querían nada a cambio y lo hicieron por ayudar a nuestro proyecto. En total, nos hicimos con tres docenas de huevos repartidas en las dos incubadoras. Ahora teníamos que meterlos en la incubadora. Los marcamos con una "N" y una "D" en lados opuestos, ya que hay que darles la vuelta todos los días dos veces , de tal manera que la parte de la letra "N" esta hacia arriba durante la noche y la "D" durante el día. Los volteábamos a primera hora de la mañana cuando entrábamos en clase y a última hora de la tarde cuando nos íbamos a casa. La temperatura debía oscilar entre los 37º y 38'5º , para eso, teníamos el termostato, que lo habíamos con...